La industria hará mas uso de tecnología y adoptará esquemas de trabajo más flexibles que llevaran a soluciones inmobiliarias más sustentables hacia 2022, señala Jorge Yarza, líder de construcción, hotelería y bienes raíces de Deloitte México.
Para 2022 la industria inmobiliaria vivirá una transformación hacia el uso de tecnologías y un esquema de trabajo más flexible que resultarán en soluciones inmobiliarias más eficientes y sustentables, señaló Jorge Yarza, líder de construcción, hotelería y bienes raíces de Deloitte México.
En su participación en el panel El regreso del mercado inmobiliario, una oportunidad para invertir en bienes raíces del Foro Forbes Real State ahondó en que esta transformación estará encaminada a ciudades más inteligentes cuyos desarrollo inmobiliarios que aprovechen estas condiciones que permitan esquemas donde el trabajo y la educación sean más flexibles y la conexión al mundo digital sea prácticamente accesible universalmente.
“Aquellas empresas que tengan una estrategia para lograr comunicarse con el cliente, esquemas de atención diferenciada, entender el entorno digital y acercarse a sus necesidades profundas serán las que tendrán mayores oportunidades, que seguramente podrán construir sobre esa lección aprendida que hemos vivido como humanidad en su conjunto y que nos llevan a esas reflexiones de cómo podemos mejorar lo que veníamos haciendo”, dijo Yarza.
Estos desarrollos tendrán en el centro el área de logística para atender la entrega de productos.
“Sin duda veremos el regreso de actividades turísticas, sigue siendo un elemento fundamental en la experiencia humana y poco a poco iremos viendo este regreso a las actividades comerciales recreativas turísticas en este proceso que le hemos llamado desarrollo y cambio”, agregó.
En México el valor de los inmuebles equivale a 2.5 veces el PIB y cada año su valor está entre los 32,000 y los 50,000 millones de dólares en todos los segmentos y mercados, apuntó. “El mercado de vivienda constituye poco más del 55% del mercado inmobiliario, seguido por comercio, oficinas, turismo, industria y servicios”.
“La vivienda es un mercado que ha tenido una reducción en los estructurales de la demanda, siendo un país joven tendremos que pasar de 30 millones de viviendas ocupadas a cerca de 42 millones de hogares en los próximo 15 años. ¿De que calidad queremos esos inmuebles? Porque a fin de cuenta es lo que nos va a definir la calidad de vida que tenemos”, puntualizó.
Fuente: forbes.com